Otro de los puntos interesantes de los despertadores inteligentes es que permiten jugar con la luz LED de la que suelen estar provistos.
¿Qué se consigue con esto?
Pues se consigue por ejemplo programar una simulación de un amanecer, de manera que la luz emitida por el despertador iría intensificándose de manera progresiva y gradual hasta antes de sonar la alarma programada. Estudios indican que es más fácil despertarse cuando a tu alrededor se ha ido incrementando el nivel de luz de esta forma, se simula y se consigue un despertar más natural.
De igual forma se puede hacer a la inversa, un simulador de anochecer que irá atenuando la luz de forma que el propio cerebro asuma que es hora de dormir y ayude en la generación de melatonina para un mejor descanso.
La luz regulable puede también usarse simplemente para generar ambientes relajantes, ya que por regla general la mayoría de despertadores inteligentes que ofrecen esta función permiten seleccionar cualquier color de la gama RGB y elegir su intensidad al gusto.